Es la frase típica que utiliza la audiencia cuando ve un
trabajo de ficción que contiene exagerados elementos lindos, infantiles e
idealistas. Elementos fuertemente azucarados y en grandes cantidades. Sacarina
visual. Las reacciones del público van desde los abrazos tiernos hasta el violento
rechazo.
Hay tener en cuenta que la extrema dulzura y cariño no son
necesariamente elementos negativos. Usados apropiadamente, pueden resultar
agradables en una obra donde la lindura no es el atractivo principal. Sólo se convierte en un problema cuando una serie sólo se vale de esto, poniendo lo adorable por encima de la
trama o los personajes.
Hay tener precaución si se revuelve con gore o con escenarios pesimistas. El continuo consumo de este producto puede volverte adicto. También, otra razón para tener cuidado, es que muchas veces todo el color y la alegría podrían ser una forma de ocultar algo sumamente horrible y maligno.