Algunas veces, necesitas tomarte un descanso de los héroes.
Se vuelve repetitivo el estar siguiendo protagonistas buenos, puros y santos.
Entonces una refrescante dosis de ambigüedad moral puede ser lo que necesitas.
Cuando te cansas de ver a los héroes ser heroicos, ver un Protagonista Villano
haciendo el mal puede ser un agradable cambio.
Pero hay un problema con esto. Veras, los héroes son
populares porque a la gente le encanta el heroísmo. Las personas son, sin
extendernos mucho, básicamente buenas; les gusta ver a otra gente feliz,
triunfar, vencer al mal y cosas por el estilo. La mayoría del tiempo. La razón
por la que los villanos siempre pierden es porque se ganan el odio de la gente.
Ver un villano derrotar al héroe, tomar el mundo y llenarlo de oscuridad y
sufrimiento puede ser algo refrescante, pero deja un mal sabor de boca.
¿La solución? Pon al Protagonista Villano contra un
Antagonista Villano. Un antagonista tan podrido, tan malvado y tan enfermo que
no importa lo pacífico y bondadoso que seas, querrías patearle el trasero. De
este modo, si bien el protagonista también es malo, estaría haciendo un bien. Es
difícil dominar el mundo cuando otro villano ya lo tiene dominado, o pretende
destruirlo. Y si ambos personajes son sumamente malvados, si se matan entre
ellos sería una victoria para todos.
Eso sí, si la trama se centra principalmente en ese conflicto
del Mal contra el Mal, hay un serio riesgo de la audiencia haga la obra a un
lado, puesto que ellos deben apoyar a alguno de los dos bandos; no puede haber
drama si al público no le importa ninguno de los personajes.
Este artículo es una traducción del tema:
"Evil versus Evil" de la página tvtropes.org